miércoles, 6 de junio de 2012

Actividad 3

Dos versiones de cuentos tradicionales:


NI COLORÍN NI COLORADO
 
Cenicienta, que no era rencorosa, perdonó a la madrastra y a sus dos hijas y comenzó a recibirlas en Palacio. Las jóvenes no eran demasiado agraciadas, pero empezaron a tener mucha familiaridad con el príncipe, y pronto los tres se hacían bromas, jugueteaban. A partir de unos días de verano especialmente favorables al marasmo, ambas hermanas tenían con el príncipe una intimidad que depertaba murmuraciones entre la servidumbre. El otoño siguiente, la madrastra y sus hijas ya se habían instalado en Palacio. La madrastra acabó ejerciendo una dirección despótica de los asuntos domésticos. Tres años más tarde, la princesa Cenicienta hizo público su malestar y su propósito de divorciarse, lo que acarreó graves consecuencias políticas. Cuando le cortaron la cabeza al príncipe, Cenicienta hacía ya tiempo que vivía con su madrina, retirada en el País de las Maravillas.
 
 
LA CUARTA SALIDA
 
El profesor Souto, gracias a ciertos documentos procedentes de Alcaná de Toledo, acaba de descubrir que el último capítulo de la Segunda Parte de El Quijote es una interpolación con la que un clérigo, por darle ejemplaridad a la novela, sustituyó buena parte del texto primitivo, y su verdadero final. Pues hubo una cuarta salida del ingenioso hidalgo y caballero, en ella encontró al mago que enredaba sus asuntos, un antiguo soldado manco al que ayudaba un morisco instruido, y consiguió derrotarlos. Así, los molinos volvieron a ser gigantes, las ventas castillos y los rebaños ejércitos, y él, tras incontables hazañas, casó con doña Dulcinea del Toboso y fundó linaje de caballeros andantes que hasta la fecha han ayudado a salvar el mundo de los embaidores,follonesmalandrines e hideputas que siguen pretendiendo imponernos suominoso despotismo.

Actividad 2




 

Caperucita Roja de James Finn Garner

Érase una vez una persona de corta edad llamada Caperucita roja que vivía con su madre en la linde de un bosque. Un día, su madre le pidió que llevase una cesta con fruta fresca y agua mineral a casa de su abuela, pero no porque lo considerara una labor propia de mujeres, atención, sino porque ello representaba un acto generoso que contribuía a afianzar la sensación de comunidad. Además, su abuela no [1] estaba enferma; antes bien, gozaba de completa salud física y mental y era perfectamente capaz de cuidar de sí misma como persona adulta y madura que era.
Así, Caperucita roja cogió su cesta y emprendió el camino a través del bosque. Muchas personas creían que el bosque era un lugar siniestro y peligroso, por loque jamás sw aventuraban en él. Caperucita roja, por el contrario, poseía la suficiente confianza en su incipiente sexualidad como para evitar verse intimidada por una imaginería tan obviamente freudiana.
De camino a casa de su abuela, Caperucita Roja se vio abordada por un lobo que le preguntó qué llevaba en la cesta.
-Un saludable tentempié para mi abuela quien, sin duda alguna, es perfectamente capaz de cuidar de sí misma como persona adulta y madura que es –respondió.
-No sé si sabes, querida –dijo el lobo-, que es peligroso para una niña pequeña recorrer sola estos bosques.
Respondió Caperucita:
-Encuentro esa observación sexista y en extremo insultante, pero haré caso omiso de ella debido a tu tradicional condición de proscrito social y a la perspectiva existencial –en tu caso propia y globalmente válida- que la angustia que tal condición te produce te ha llevado a desarrollar. Y ahora, si me perdonas, debo continuar mi camino.
Caperucita Roja enfiló nuevamente el sendero. Pero el lobo, liberado por su condición de segregado social de esa esclava dependencia del pensamiento lineal tan propia de Occidente, conocía una ruta más rápida para llegar a casa de la abuela. Tras irrumpir bruscamente en ella, devoró a la anciana, adoptando con ello una línea de conducta completamente válida para cualquier carnívoro. A continuación, inmune a las rígidas nociones tradicionales de lo masculino y lo femenino, se puso el camisón de la abuela y se acurrucó en el lecho.
Caperucita roja entró en la cabaña y dijo:
-Abuela, te he traído algunas chucherías bajas en calorías y en sodio en reconocimiento a tu papel de sabia y generosa matriarca.
-Acércate más criatura, para que pueda verte –dijo suavemente el lobo desde el lecho.
-¡Oh! –repuso Caperucita-. Había olvidado que visualmente eres tan limitada como un topo. Pero, abuela, ¡qué ojos tan grandes tienes!
-Han visto mucho y han perdonado mucho, querida.
-Y, abuela, ¡qué nariz tan grande tienes!… relativamente hablando, claro está, y a su modo indudablemente atractiva.
-Ha olido y ha perdonado mucho, querida.
-Y…¡abuela! Qué dientes tan grandes tienes!
Respondió el lobo:
Soy feliz de ser quien soy y lo que soy –y, saltando de la cama aferró a Caperucita Roja con sus garras, dispuesto a devorarla.
Caperucita gritó; no como resultado de la aparente tendencia del lobo hacia el travestismo, sino por la deliberada invasión que había realizado de su espaciopersonal.
Sus gritos llegaron a oídos de un operario de la industria maderera (o técnico en combustibles vegetales, como él mismo prefería considerarse) que pasaba por allí. Al entrar en la cabaña, advirtió el revuelo y trató de intervenir. Pero apenas había alzado su hacha cuando tanto el lobo como Caperucita roja se detuvieron simultáneamente.
-¿Puede saberse con exactitud qué cree usted que está haciendo? –inquirió Caperucita.
El operario maderero parpadeó e intentó responder, pero las palabras no acudían a sus labios.
-¡Se cree acaso que puede irrumpir aquí como un Neandertalense cualquiera y delegar su capacidad de reflexión en el arma que lleva consigo! –prosiguió Caperucita-. ¡Sexista! ¡Racista! ¿Cómo se atreve a dar por hecho que las mujeres y los lobos no son capaces de resolver sus propias diferencias sin la ayuda de un hombre?
Al oír el apasionado discurso de Caperucita, la abuela saltó de la panza del lobo, arrebató el hacha al operario maderero y le cortó la cabeza. Concluida la odisea, Caperucita, la abuela y el lobo creyeron experimentar cierta afinidad en sus objetivos, decidieron instaurar una forma alternativa de comunidad basada en la cooperación y el respeto mutuos y, juntos, vivieron felices en los bosques para siempre.

James Finn Ganner , Cuentos infantiles políticamente correctos.

Actividad 1

Caperucita Roja





Había una vez una niña llamada Caperucita Roja, ya que su abuelita le regaló una caperuza roja. Un día, la mamá de Caperucita la mandó a casa de su abuelita, estaba enferma, para que le llevara en una cesta pan, chocolate, azúcar y dulces. Su mamá le dijo: "no te apartes del camino de siempre, ya que en el bosque hay lobos".

Caperucita iba cantando por el camino que su mamá le había dicho y , de repente, se encontró con el lobo y le dijo: "Caperucita, Caperucita, ¿dónde vas?". "A casa de mi abuelita a llevarle pan, chocolate, azúcar y dulces". "¡Vamos a hacer una carrera! Te dejaré a ti el camino más corto y yo el más largo para darte ventaja." Caperucita aceptó pero ella no sabía que el lobo la había engañado. El lobo llegó antes y se comió a la abuelita.

Cuando ésta llegó, llamó a la puerta: "¿Quién es?", dijo el lobo vestido de abuelita. "Soy yo", dijo Caperucita. "Pasa, pasa nietecita". "Abuelita, qué ojos más grandes tienes", dijo la niña extrañada. "Son para verte mejor". "Abuelita, abuelita, qué orejas tan grandes tienes". "Son para oírte mejor". "Y qué nariz tan grande tienes". "Es para olerte mejor". "Y qué boca tan grande tienes". "¡Es para comerte mejor!".

Caperucita empezó a correr por toda la habitación y el lobo tras ella. Pasaban por allí unos cazadores y al escuchar los gritos se acercaron con sus escopetas. Al ver al lobo le dispararon y sacaron a la abuelita de la barriga del lobo. Así que Caperucita después de este susto no volvió a desobedecer a su mamá. Y colorín colorado este cuento se ha acabado.
Caperucita Roja (parte 1)

Caperucita Roja (parte 2)

Caperucita Roja (parte 3)

Información general sobre cuentos tradicionales


LOS CUENTOS TRADICIONALES

Son narraciones ficcionales, es decir, de sucesos imaginarios. Forman parte de la tradición oral, porque se transmiten de boca en boca y de generación en generación. Como ocurren con todos los relatos que se transmiten así, existen muchas versiones de un mismo cuento por las modificaciones que realizan los narradores.
Las variantes pueden constituirse por el cambio de un elemento( un animal, un personaje, un modelo dialogico, un paisaje, etc.) por otro, sin que se modifique el tema o el sentido del texto. Por ejemplo, si en una fabula el animal traidor es el escorpión, que , por su naturaleza, no puede dejar de comportarse cruelmente con al rana(el animal traicionado), en otra versión, el que cumple la función de la naturaleza traidora puede ser la víbora, y el engañado el hombre; o también, se puede encontrar un refrán que sintetiza el mismo contenido, aunque los protagonistas sean otros: “el zorro pierde el pelo, pero no las mañas”.
La necesidad de conservación del tema( aunque, quizás, en algunos casos con ligeras variaciones) responde a la misma finalidad del cuento, que si bien es proporcionar diversión y placer, también tiene una función didáctica: enseñar las reglas de conducta al pueblo, es decir, adoctrinarlo.

Personajes
Los personajes de estos cuentos son príncipes o princesas, pero además, pueden aparecer seres sobrenaturales como hadas, duendes, brujas. Se caracterizan por una cualidad sobresaliente o por una conducta típica y exagerada. Ejemplo: la muchacha mentirosa.
Los protagonistas(personajes principales) triunfan luego de pasar por distintas pruebas. Mayoritariamente, son pocos.
Sus enemigos se llaman oponentes y son aquellos que ponen obstáculos para que el protagonista no pueda triunfar. Por ejemplo: en “Caperucita Roja”, Caperucita es la protagonista y el Lobo, su oponente. También se encuentran entre los personajes a los ayudantes, que cumplen la función de ayudar a los protagonistas.


Lugares y tiempos

Los lugares en los que se desarrollan las historias son imprecisos; nunca se aclara con exactitud donde transcurre la acción. Siempre se trata de países lejanos o reinos desconocidos.Lo mismo ocurre con el tiempo: no se especifica el momento exacto; generalmente, la acción transcurre en un pasado muy lejano. Por eso suelen comenzar con la expresión ”Había una vez”.

Estructura de cuento tradicional

El cuento tradicional tiene tres partes fijas:
* La introducción: el narrador presenta algunas informaciones que son necesarias para comprender la historia, por ejemplo, el lugar y el tiempo en el que transcurren lo hechos narrados( vale aclarar que, como mencionamos anteriormente, el lugar es indeterminado y el tiempo es impreciso)
* La complicación: el narrador desarrolla, de manera ordenada, los hechos que forman parte del conflicto o el problema del cuento.
* La resolución: el narrador cuenta cómo se resuelve la complicación.


La secuencia narrativa del cuento tradicional

El los cuentos tradicionales, al igual que en otros relatos, la historia esta formada por núcleos narrativos. Estos son los hechos principales de una narración. Por ejemplo: en “Caperucita Roja”, un núcleo narrativo es el encuentro de Caperucita y el Lobo en el bosque.
Además, una historia también esta formada por acciones secundarias o catálisis, que son hechos de menor importancia. Por ejemplo: en “Caperucita Roja”, son secundarias todas las acciones que lleva a cabo Caperucita antes del encuentro con el lobo: corta flores para su abuela, mira a los animales, canta…
En un cuento, entonces, la sucesión de núcleos narrativos y de acciones secundarias conforman la secuencia narrativa.

El narrador

Los hechos del cuento los conocemos porque los relata el narrador, que es una figura ficticia creada por el autor. Este narrador presenta distintas características:
* El narrador en tercera persona es el que cuenta las acciones que realizan los personajes, pero no participa en la historia. Conoce los pensamientos y los sentimientos de los personajes. Es el que todo lo sabe. Este tipo de narrador se lo denomina “narrador omnisciente”.
* El narrador en primera persona es, por ejemplo, un personaje que participa en los hechos del cuento. Este tipo de narrador se lo conoce con el nombre de “narrador protagonista”
* El narrador en segunda persona es el que cuenta la historia desde lo que él pueda observar. Solo ve una parte de ella. A este tipo de narrador se lo denomina “ narrador testigo”